Ana Blandiana: Literatura para resistir el terror de las circunstancias
La obra de la rumana Ana Blandiana es testimonio de compromiso social y de una absoluta cohesión entre vida y profesión de la escritura. Durante el totalitarismo comunista de la segunda mitad del siglo XX, las personas copiaban a mano sus poemas y se los pasaban unos a otros. A esta forma de publicación informal, hecha por la gente, se la llamaba en los países del Telón de Acero “samizdat” y era una forma de eludir la censura, intercambiando documentos entre lectores.
En el pasado estaba prohibido leer a la poeta nacida en 1942 en la ciudad de Timișoara —ubicada 550 kilómetros al oeste de Bucarest—. Ahora, Blandiana es la escritora más internacional de Rumanía, junto con Mircea Cărtărescu (1956). Ambos son candidatos frecuentes al Nobel de Literatura. Pero la persona y la literatura de Blandiana han venido a simbolizar la resistencia, más aún que la de Cărtărescu.
Apenas una parte de la extrnsa obra de Blandiana se encuentra en castellano. La editorial Pre-Textos ha traducido sus tres libros más recientes: Mi patria A4 (2014), El sol del más allá & El reflujo de los sentidos (2016) y Octubre, noviembre, diciembre (2017) y Periférica, los escritos en prosa, Proyectos de pasado (2008) y Las cuatro estaciones (2011). La editorial Galaxia Gutenberg prepara para 2020 una antología de su poesía que reúne los tres libros que contribuyeron a cimentar su carrera literaria: Estrella predadora (1985), La arquitectura de las olas (1990) y El reloj sin horas (2016). El primero lo escribió en el breve tiempo en que su obra no estuvo prohibida por la dictadura de Nicolae Ceaușescu; el segundo lo publicó justo después de la caída del régimen y en el tercero todavía se perciben reminiscencias de las ignominias del pasado. Se trata de una edición bilingüe, traducida del rumano por Viorica Patea y Natalia Carbajosa y al cuidado de Jordi Doce, que llevará por título Un arcángel manchado de hollín.
En el marco de la novena edición del Festival de Poesía de Madrid, Blandiana protagonizará un recital “Mano a Mano” junto con el esloveno Boris A. Novak el domingo 27 de octubre a las 19 horas en el auditorio del Centro Cultural Conde Duque. Aunque la actividad es gratuita, las entradas para Buenas compañías pueden separase por Eventbrite.
Sobrevivir al destino.
Si Blandiana fue la autora más censurada por el gobierno rumano en tiempos del comunismo, se debe a que su toda obra gira al rededor de la comprensión del verbo “resistir”, lo cual supone proteger la individualidad cuando esta se opone al destino. La primera censura que sufrió fue en tiempos de la República Popular de Rumanía, a los 17 años, cuando publicó un poema en una revista. Entonces, a Blandiana se la acusó de “origen social no sano”, por ser hija de un sacerdote ortodoxo, gremio clasificado como enemigo “del pueblo”. Esto le impidió asistir a la universidad y debió mantenerse trabajando como jornalera en construcción. Las otras dos prohibiciones datan de 1985 y 1988, en tiempos de Ceaușescu.
Una se debió a la publicación de los poemas “La cruzada de los niños”, “Yo creo”, “Delimitaciones” y “Todo” en la revista Amfiteatru. El primer poema criticaba las políticas de natalidad implementadas por Ceaușescu, que prohibían la contracepción y penalizaban con cárcel el aborto: “Un pueblo entero/ Que aún no ha nacido,/ Pero condenado a nacer,/ Feto junto a feto (…)/ Pero que avanza a través de los cuerpos atormentados de las mujeres,/ A través de la sangre de las madres/ A las que nadie consulta”. El segundo y el tercero critican la pasividad de los rumanos ante los excesos del totalitarismo comunista, en particular, y del sufrimiento, en general. Desde entonces, esa es la premisa que atraviesa su obra como un leitmotif: “Yo creo que somos un pueblo vegetal”, dice el primer poema; “Nosotras las plantas,/ No estamos a salvo”, dice el otro. El cuarto, “Todo”, es un recuento de la cotidianidad en la dictadura.
“Nosotras las plantas,
No estamos a salvo”
La segunda prohibición fue consecuencia de la publicación de su libro para niños El gato Arpagic, donde en clara parodia al régimen de Ceaușescu, un gato autocrático se adueñaba de la calle, haciendo y deshaciendo con la arbitrariedad de su antojo. Todos los libros de Blandiana fueron retirados de la librerías y bibliotecas del país, incluso se quiso eliminar cualquier mención a su nombre en la vida cultural rumana, prohibición que perduró hasta la caída de la dictadura en 1989. Debido a su relación con el poder, la resistencia por la que aboga Blandiana va más allá de la crónica de las ignominias del comunismo rumano del siglo XX. Esto es una excusa, un símbolo de todas las barbaridades del mundo. Su obra es una advertencia contra la pasividad de ciertos pueblos en peligro de perder su dignidad por resignarse.
Después del “Mano a Mano” entre Blandiana y Novak, a las 19 horas, la actividad Buenas compañías incluye también un “Mano a Mano” entre la poeta dramaturga y poeta china Zhou Zan y la española Amalia Iglesias. Más información en www.poemad.com
Michelle Roche Rodríguez (@michiroche) es narradora, periodista y crítica literaria. Es autora del libro de relatos Gente decente (Premio Francisco Ayala, 2017) y del ensayo Madre mía que estás en el mito (Sílex, 2016). Su página web es http://www.michellerocherodriguez.com
Ésta poeta rumana debemos leerla todos en Venezuela, porque ataca la discriminación contra las mujeres y porque advierte contra el conformismo y la pasividad «vegetal» ante la barbarie. Y es difícil leer la literatura allende las fronteras porque nos tiene cercados el hambre y la necesidad, la barbarie pura!!! Siempre la palabra justa en la pluma de mi admirada y polifacética compatriota Michelle Roche. Gracias por ésta ventana a la Literatura, a la civilización!!!
¡Un saludo cordial!