Las invisibles: la denuncia a todo color de Peio Riaño contra el patriarcado
El reclamo del género femenino por la reivindicación de su valor profesional y humano encuentra en Las invisibles de Peio Riaño uno de sus más interesantes ecos. En el libro, cuyo subtítulo reza «¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres?», el periodista ofrece un prolongado argumento para la renovación de la institución en el centro del aparato cultural español y, al mismo tiempo, intercede por una renovación en la manera de hacer comisariado en el país.
No se trata solo de su insistencia en la inclusión de más mujeres artistas en las salas de exposición o su interés en una nueva manera de abordar allí dentro los asuntos de género. Se trata también de la demanda por un cambio de base en los aparatos directivos de las organizaciones artísticas que sincere la situación de sus plantillas, en donde la vasta mayoría son mujeres y la necesidad de contar la historia del arte desde definiciones diferentes a la dicotomía entre genio y musa, la cual supone que pintores y escultores dependen solo de una “fuerza sobrenatural” que les dicta la creación, cuyo resultado ha sido la construcción de un canon que excluye a la mujer artista.
“Una cartela es un manifiesto”
“Este libro es un relato sobre privilegios y exclusiones cuyo propósito es extirparlos a todos”, señala el autor, con la misma sobriedad y perspectiva de género que mantiene en todo el libro y para la que echa mano de teorías de todas partes del espectro intelectual como evidencian sus alusiones a obras tan distintas como las escritas por Pierre Bordieu, Paul B. Preciado y Rebeca Solnit. Las alude, pero no se detiene en ellas; están en el fundamento de su análisis, pero se las ahorra a los lectores. La teoría de la “dominación masculina” y las ideas sobre la construcción social de la oposición sexo/género, por ejemplo, le permiten descubrir cómo están naturalizadas ciertas formas patriarcales de interpretar obras o de hacer las cosas en el sector. Y, cuando comenta la cartela de Judit en el banquete de Holofernes de Rembrandt, que fue rebautizada como Artemisa —“una cartela es un manifiesto”, advierte—, o se refiere a la incapacidad de los curadores de reconocer la reducción a un eufemismo el cuadro de Las hijas del Cid, en donde Dióscoro Teófilo Puebla y Tolín banaliza la violación de dos mujeres, Riaño denuncia dos formas de «machoexplicación» —traducción del mansplaining de Solnit—. En ambos gestos revela a las instituciones culturales como las representaciones más absolutas del sujeto hegemónico.
Las invisibles aparece en una doble coyuntura que contribuye a poner en boga las proposiciones de Riaño. Por un lado, el auge del #MeToo en el mundo y las movilizaciones masivas del 8M del 2018 y 2019 en España son evidencia del estado reverberante de la discusión sobre la representación cultural de lo femenino y la necesidad de incluir a la mujer en la sociedad, con igualdad de derechos y condiciones que el hombre. Por el otro lado, el reclamo sobre la necesidad de sacar al Museo del Prado del siglo XIX y traerlo al XXI calza bien con la tendencia contemporánea a buscar nuevas lecturas de las artes plásticas presente en la museología, como evidencia la más reciente reforma (arquitectónica y) curatorial del Museo de Arte Moderno de (MoMA) de Nueva York. Allí, la colección permanente ya no se organiza desde el criterio de los movimientos artísticos, sino a partir de genealogías temáticas, permitiendo que la ampliación de su sede en Manhattan convierta al museo en un lugar donde, al decir del director Glenn D. Lowry, se pueda «repensar la experiencia del arte». En ese sentido, Riaño no olvida en ningún momento en Las invisibles que el museo proporciona narraciones sobre la vida y, como señala en las conclusiones, lo prefiere como “un espacio para la confrontación”.
Michelle Roche Rodríguez es narradora, periodista y crítica literaria. Es autora de la novela Malasangre (Anagrama, 2020), del libro de relatos Gente decente (Premio Francisco Ayala, 2017) y del ensayo Madre mía que estás en el mito (Sílex, 2016). Su página web es http://www.michellerocherodriguez.com