El magno premio de las letras es para un músico
En una sorpresiva decisión, que se tardó una semana más de lo habitual, la Academia Sueca otorga el Premio Nobel de Literatura al músico estadounidense Bob Dylan, autor de dos libros: Tarántulas (1971) y Crónicas. Volumen 1 (2004).
La razón: “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”, o, como diría una fan adolescente: porque las letras de sus canciones son poesía.
En el sondeo informal que condujo Colofón Revista Literaria, los lectores daban por ganador a un compatriota del cantautor: Philip Roth. En segundo lugar quedó un empate entre el también estadounidense Cormac McCarhty y el israelí Amos Oz, seguidos de Haruki Murakami, un narrador que despierta pasiones encontradas entre los internautas: unos lo odian y otros se declaran adictos a su prosa.
Aunque lo publicó en 1971, Tarántulas fue el libro donde Dylan resumió la década más popular de su carrera después de revolucionar el género folk y de erigirse como un coloso pop y una imagen de la contracultura de su país. Como en muchas de las letras de su canciones, en las cuales se nota la influencia de la Generación Beat, en este poemario experimental en prosa establece un diálogo consigo mismo. Hace doce años publicó Crónicas, que es la primera parte de su autobiografía. Allí narra sus comienzos en la música.
@michiroche