Sophia de Mello: La definitiva poèsis de lo material
“En un rincón medito
Suspendida entre las horas y el abismo”
Sophia de Mello Breyner Andresen, Lo digo para ver
La poesía es el solo resguardo frente al sobrecogimiento y la vulnerabilidad causados por la andadura indetenible del tiempo y la realidad insondable del vacío propuesta por la existencia. La palabra poética, no por su belleza, sino por su realidad fue la finalidad de la literatura de Sophia de Mello Breyner Andresen, autora portuguesa que este año celebraría su centenario.
Nacida en Oporto y fallecida en Lisboa el 2004, ella fue la primera mujer en recibir el Prémio Camões en 1999. Cuatro años después obtuvo el XII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que se entrega al conjunto de la obra de un autor relevante del patrimonio cultural de los países de la península ibérica y Latinoamérica.
«Dejadme con las cosas
Fundadas en el silencio»
En su ars poetica, materializa las palabras: la vida no es ideal sino concreta. En lo cotidiano mantuvo la misma ética de su literatura. “La poesía fue siempre para mí una persecución de lo real”, escribe en su Arte poética III. Y unió arte con política: fue militante del socialismo y diputada para la Asamblea Constituyente de su país en la década de los años 70, tiempo cuando su obra se convirtió en la partitura de la consolidación democrática en su país. “La poesía es mi explicación con el universo, mi convivencia con las cosas, mi participación en lo real, mi encuentro con las voces y las imágenes”, ha escrito De Mello, en un texto donde compara el oficio poético con la artesanía porque exige “especialización, ciencia” y “trabajo”. Su vocación desafía a la idea de Platón de que la filosofía nació de la expulsión de los poetas de la república ideal. Lo importante para ella era la búsqueda del esplendor incontrovertible de las cosas para reconocer los mecanismos que encienden su iluminación.
Para De Mello la poesía es anterior a la literatura, porque aprendió a recitar antes que a leer. Y esa vocación mágica de la palabra pronunciada late aun en el núcleo de su obra: “En el poema ha quedado el fuego más secreto/ El intenso fuego devorador de las cosas/ Que siempre estuvo muy lejos y muy cerca”, dice “En el poema”. Sus palabras son el testimonio de una radical compenetración con su momento.
En el marco de la conmemoración de su centenario, el Festival de Poesía de Madrid invita a escuchar versos de Sophia De Mello en la voz de Lara López y María Sánchez, acompañados en su versión original por la lectura de Carolina Aller y el piano de Luis Antonio Muñoz el día miércoles 23 de octubre a las 19 horas en el Instituto Cervantes en el homenaje Lo digo para ver (entradas en Eventbrite).
De Mello en castellano.
Ha sido pocoa la difusión de su obra en lengua española. A propósito del Premio Reina Sofía, la Biblioteca de América publicó En la desnudez con poemas sobre el mundo helénico seleccionados y traducidos por Jacobo Sanz Hermida, también autor de su prólogo. Esa fue la primera edición en castellano de la obra de esta autora. En 2015, Amagord puso en circulación la antología bilingüe (portugués y castellano) Oración con Sophia a cargo de María Celeste Natário y María Luisa Malato, profesoras de la Universidad de Oporto. La más reciente antología publicada en España es la de Galaxia Gutenberg, Lo digo para ver (2019).
Todo cuanto sucede es solitario
al margen del saber y de las leyes
Entre la publicación de uno y otro libro transcurrieron escasos cuatro años, pero se nota la evolución de la crítica de su obra desde una postura tradicionalista a una más moderna. En Oración con Sophia han leído a De Mello a través de un anhelo de lo trascendente cuyo objeto es vincularla con Dios. “Aparece como un medium a través de la cual ‘nacen’ y ‘acontecen’ las palabras, tierra mullida y abonada en la que germina al ritmo de las estaciones y de la semilla que nos habita, en la que somos y la que nos habita”, escribe Julia Alonso en la introducción al libro, donde a la palabra “oración” del título tiene un sentido etimológico, al señalarla como aquello que la boca dice, pero también uno religioso, el más evidente, de acto de comunicación cuyo destino es la divinidad.
Sin embargo, a De Mello no la mueve un impulso místico; al contrario, la mueve una radical comprensión de la realidad cuyo punto de partida es el gesto de verbalizar el mundo. Para entender ese sentido fundamental de su poesía está su obra de 1977 con el que ganó el premio Teixeira de Pascoales, El nombre de las cosas. Allí se reconoce su compromiso literario, la intensa relación de su poesía con su ética personal y con su manera íntima y, en especial, social de observar al mundo. Es este aspecto en el que toma, desde un enfoque laico, Lo digo para ver, antología sustentada en la poèsis, a medio camino entre lo demiúrgico y lo definitivamente material de Sophia de Mello Breyner Andresen.
Michelle Roche Rodríguez (@michiroche) es narradora, periodista y crítica literaria. Es autora del libro de relatos Gente decente (Premio Francisco Ayala, 2017) y del ensayo Madre mía que estás en el mito (Sílex, 2016). Su página web es http://www.michellerocherodriguez.com
Galaxia Gutenberg publica la antología conmemorativa de Lo digo para ver en una edición al cuidado de Jordi Doce, con la colaboración del Festival de Poesía de Madrid y de la energética EDP.