Los cuentos de Elsa Drucaroff hacen Checkpoint en las encrucijadas de la vida

“La mancha que deja es enorme,

pero solo se percibe si se aguza la mirada”

 

¿Cuándo una chica sin cultura deja de ser tonta?, ¿cuándo una adulta pierde definitivamente la fe en los hombres?, ¿cómo se reconoce el despertar sexual en la niñez? En Checkpoint, la escritora argentina Elsa Drucaroff presenta seis relatos, dos largos y el resto cortos, en donde los personajes se encuentran en situaciones difíciles sin saber qué conducta seguir. Es ese justamente el significado del anglicismo, tal y como señala el epígrafe de la publicación: “Dícese del punto de chequeo (…) allí donde alguien examina el vehículo en el que circulo, las valijas que llevo, los documentos que soy capaz de presentar. Refiere sobre todo a la frontera”.

Se trata de la primera colección de cuentos publicada por quien desde hace treinta años es investigadora para la Universidad de Buenos Aires y que hasta la fecha tiene cuatro novelas y varios ensayos dedicados a las figuras de Mijaíl Bajtín, Roberto Arlt, Rodolfo Walsh y a la generación de la post dictadura en su país. Por cierto, que los problemas de las desigualdades sociales y el trauma de la dictadura argentina son las marcas ineludibles de las narraciones de esta autora nacida en 1962, lo que la conecta con la literatura de otros compatriotas suyos, pero de una generación posterior, como Patricio Pron, Mariana Enríquez, Andrés Neuman y Samantha Schewblin, entre otros. Incluso cuando no tiene interés en proponer una lectura política, los cuentos de Drucaroff revisitan el pasado en un intento por suturar las heridas del presente, como hace el personaje central del cuento “El peligro de acudir a la cita”, en donde una reunión de egresados de un colegio se convierte en un excepcional análisis de las desigualdades de la sociedad patriarcal, cuando piensa en quienes fueron sus compañeros de clase décadas atrás : “Cada uno de ellos protagoniza como adulto la sociedad tal cual es y cuida las puertas que dejan afuera a los excluidos para para confirmar así, en el espejo invertido, su propia inclusión”.

 

Personajes de cuento.

Lo pasmoso de la narrativa que despliega la autora en el libro publicado por Páginas de Espuma son sus argumentos sustentados menos en la trama que en los personajes. Con frecuencia, sus relatos tienen vocación de novelas brevísimas por las que pasa toda la historia reciente de Argentina. Este es el caso del cuento antes citado y del que cierra Checkpoint, “Pájaros contra el vidrio”.

En la centralidad que otorga a los personajes, Drucaroff no parece tomar de ninguno de los autores de la tradición de la narrativa breve que han sido tutelares en la literatura latinoamericana como los estadounidense Edgar Allan Poe y Charles Bukowski o los argentinos Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. Sus cuentos tienden más al estilo del ruso Antón Chéjov, que se regocijaba en el retrato de las pequeñas tragedias íntimas. “Dalila piensa consternada que en esas voces [en los correos del grupo donde se escriben los compañeros de su promoción del colegio] todo es entero y absoluto: el bien, el amor, el compañerismo, la felicidad, ninguna otra cosa ha existido nunca jamás entre ellos”, escribe en “El peligro de acudir a la cita”, narración donde todos los personajes ocultan alguna verdad.

“Cada uno de ellos protagoniza como adulto la sociedad tal cual es y cuida las puertas que dejan afuera a los excluidos para para confirmar así, en el espejo invertido, su propia inclusión”

Sin embargo, la comparación más vidente que inspiran los cuentos de la narradora recién desembarcada en España es con otro argentino, el inmortal Ricardo Piglia, cuya teoría del cuento se sustentaba en la noción de que en la práctica de este género siempre se contaban dos historias: las que se narran y las que se implican en la narración. La dualidad está ya en su grado máximo en “Anteúltima cita”, el relato que abre la colección, cuando lo fundamental no es la historia y las razones para la separación de una pareja sino la fecha en la que ocurre un encuentro entre ellos.

Las historias escondidas dentro de las contadas, el desarrollo de los personajes que los coloca frente a un momento de epifanía (casi nunca positiva) y su retrato de los traumas de la sociedad argentina convierten a Checkpoint y a su autora en un eslabón fundamental entre los escritores de la generación de Piglia con la de aquellos que la prensa ha venido a llamar “la nueva narrativa argentina”, sin darse cuenta de que las voces pueden ser novedosas, pero los problemas a los que se refieren vienen de muy atrás; la narrativa reciente solo se ha imitado a colocarlos en la encrucijada.

 

Michelle Roche Rodríguez (@michiroche) es narradora, periodista y crítica literaria. Es autora del libro de relatos Gente decente (Premio Francisco Ayala, 2017) y del ensayo Madre mía que estás en el mito (Sílex, 2016). Su página web es http://www.michellerocherodriguez.com

 

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