Pasos pesados: la novela múltiple del escritor peruano Gunter Silva
La novela Pasos pesados del escritor peruano Gunter Silva mezcla géneros distintos, como la novela de dictador, la política, o el policial alternativo. Pero, ante todo, es una novela de aprendizaje. Una serie de experiencias estimulan al joven personaje a madurar y tomar decisiones vitales: el narrador principal, Tiago Molina, es un joven de primer año de letras en una universidad limeña. Y es quien descubre que su profesor de Marxismo y Lingüística, apodado El Gato, es expulsado de su universidad y luego baleado a unas cuadras de su casa, en el distrito de Jesús María.
Una serie de eventos educan al personaje principal: el narrador experimenta racismo y numerosas traiciones; en un país que se encuentra en medio de una guerra interna, donde el terrorismo, la milicia y la corrupción son minas explosivas a cada paso. Pasos pesados es también un coming of age, donde este limeño deja atrás la adolescencia para adentrarse en la incertidumbre y los pesares de la vida adulta. Esta novela es una secuencia repleta de bares, brecheros, catedráticos universitarios, rockeros, agentes del servicio de inteligencia; una historia llena de aventuras, encuentros, desapariciones, seducciones, amistades y fugas pero es también el testimonio de un autoaprendizaje impuesto salvajemente por un país sumido en una enorme violencia múltiple: el terrorismo, la represión policial y la corrupción política en el Perú de finales de la década de los ochenta, época de los coches bombas y apagones. La novela es un tributo a la generación perdida de peruanos que sufrieron los estragos de Sendero Luminoso, la corrupción y la inflación de los gobiernos de turno.
Compleja estructura.
Si bien el libro está dividido en diez capítulos, no son diez las partes de la historia, ni diez las escenas, ni diez las fracciones. Los capítulos no son totalmente unitarios: terminan englobando otros hipotéticos capítulos. Y esta es la característica formal más atractiva de Pasos Pesados, la multiplicidad de fragmentos y su particular estructuración. El libro tiene muchos cortes que sirven para cambiar de escenas. El cambio de estas puede ser a veces solo temporal, a veces solo espacial, o, en ocasiones hay un cambio de perspectiva. Así, Pasos pesados mantiene al lector permanentemente activo y envuelto en la trama. Además, con estos cortes no se rompe la armonía, pues los tijeretazos son capaces de modificar el lugar, el personaje, o hasta el tiempo, sin que se quiebre el ritmo de las acciones o el estilo de la prosa. Esto se logra gracias a los diversos recursos que se usa en el lugar del corte. Cuando ocurre un cambio de escenas, la última siempre tiene palabras claves que lo ligan a la primera: mismo lugar, mismo tiempo, o, a veces, mediante el uso de cualquier objeto que implique a ambas escenas en cuestión.
Las descripciones de los espacios, el lenguaje, las reflexiones de personajes y los diálogos se presentan de manera simple y concisa. Todo está subordinado a los hechos. Los diálogos aportan un pequeño cambio de ritmo imprescindible para no encerrar al lector en la monotonía. Son útiles por su ligereza y su jocosidad, ayudando a una mayor dinámica en el texto. El lenguaje no es difícil de comprender, siendo simple y directo, por ratos puede pecar de ciertas expresiones comunes como “Los ojos se le llenaron de lágrimas y sintió que el mundo se le venía abajo”. Las descripciones de los espacios provocan, a veces, imágenes de carácter cinematográfico y dotan a la atmósfera de un carácter particular: “cierta inquietud general flotaba en las calles”, “el cielo estaba sereno” o “la luz de los carros agitó sus sentidos”.
De otro lado, se nos cuenta la historia de amor entre Tiago y Ana del Valle, su compañera de clases, una muchacha de la clase alta que cae en desgracia por culpa de unos audios en los que su padre, un empresario reconocido, termina envuelto. En ese sentido, Pasos pesados es también una novela de amor, pero lo más importante, es que esta es una novela sobre la literatura misma. Una novela donde la literatura es la única tabla de salvación que tienen este grupo de muchachos, para atravesar las aguas bravas de la historia. Desde la primera oración, el autor nos lleva de la mano a ese ejercicio literario, que nos remonta a Shakespeare: “En Lima to be or not to be significan la misma cosa”. Y desde allí, sabemos que el amor, el país y la historia están condenados a perder, pero que la literatura, es la única que sobrevive, desgarradora y verdadera.
José Piérola es Licenciado en Psicología por la Universidad Católica San Pablo (UCSP), y actualmente cursa una Maestría en Lingüística del Texto en la Universidad Nacional San Agustín (UNSA). Radica en Arequipa, Perú